El mes pasado, otra mina destruyó una camioneta de la Comisión Nacional del Agua en inmediaciones del Río Bravo 

En un nuevo episodio que agrava la ya crítica situación de seguridad en Tamaulipas, autoridades estatales informaron hoy que miembros del cártel Los Zetas ‘vieja escuela’ habrían asesinado mediante la colocaron de minas artesanales a un ciudadano norteamericano en San Fernando.

De acuerdo con fuentes locales y testimonios de testigos, el incidente se habría desarrollado el viernes pasado cuando un hombre originario de Brownsville, llamado Antonio Céspedes Saldierna, de 74 años de edad, circulaba con su camioneta por una calle de terracería de su rancho ubicado en la zona de Santa Rita, cuando, de repente, pasó sobre una mina artesanal y esta estalló arrebatándole la vida.

En la unidad, también viajaban Horacio López Peña y su esposa Ninfa Griselda Ortega, ambos trabajadores del campo del ranchero, el hombre también falleció en el lugar, en tanto la mujer fue llevada a un hospital.

Al respecto el hijo del ranchero norteamericano llamado Ramiro Céspedes, quien combatió para el ejército de Estados Unidos en Afganistán expresó su dolor por la muerte de su padre mediante la explosión de la mina, calificando este hecho como “terrorismo” como al que le le tocó enfrentar en las fuerzas armadas, al tiempo que pidió castigo para los responsables, según consta en una entrevista que dio este martes a Channel 5 News de Texas.

El mes pasado, otra mina destruyó una camioneta de la Comisión Nacional del Agua de México cerca de Río Bravo.

Este suceso se suma a la larga lista de atrocidades cometidas en la zona, recordando los sangrientos episodios de 2010 y 2011 – conocidos como la primera y segunda masacre de San Fernando – en las que decenas y cientos de migrantes fueron secuestrados y asesinados por el mismo grupo criminal, utilizando métodos brutales que incluyeron ejecuciones en masa y enterramientos clandestinos.

Expertos en seguridad y analistas del narcotráfico destacan que Los Zetas, surgidos originalmente de fuerzas militares desertoras y conocidos por su extrema violencia, han intensificado recientemente sus operaciones en la región, expandiendo sus métodos para incluir ataques contra ciudadanos extranjeros.

“Este nuevo episodio es un claro indicio de que la violencia de Los Zetas sigue evolucionando y que ningún grupo, ni siquiera ciudadanos con doble nacionalidad, están a salvo en áreas donde operan sin control,” declaró un analista especializado en crimen organizado.