El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este miércoles la imposición de un arancel del 25% a todos los automóviles importados que no sean fabricados en el país. La medida entrará en vigor el 2 de abril y tiene como objetivo fomentar la producción nacional y generar empleo en el sector automotriz.
Según declaraciones de Trump, “si un auto se fabrica en Estados Unidos, no habrá arancel. Pero si es importado, deberá pagar el 25%”. La Casa Blanca estima que esta medida podría generar ingresos fiscales de hasta 100 mil millones de dólares anuales.
Sin embargo, expertos advierten que estos aranceles podrían aumentar el precio de los vehículos entre 3,000 y 12,000 dólares, afectando a los consumidores y a fabricantes que dependen de cadenas de suministro globales. Javier Ruiz, jefe de Economía de la Cadena SER, calificó la medida como “una ruina, una catástrofe para todos los sectores”.
En respuesta, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, anunció la preparación de un Plan Nacional de Contingencia para mitigar el impacto de estos aranceles en la economía española. Asimismo, se espera que la Unión Europea tome medidas en represalia, lo que podría intensificar las tensiones comerciales a nivel global.