El conjunto de Tigres de la UANL, que antes era criticado por las formas bajo Veljko Paunovic, al menos mostraba un sello de intensidad y presencia en el campo. Pero ahora, con Guido Pizarro como técnico interino, los felinos se han vuelto lentos, predecibles y sin poder ofensivo. Lo que antes era cuestionable, hoy se extraña.
La escuadra regiomontana sumó su tercer partido consecutivo sin anotar gol en Liga MX, acumulando 199 minutos de sequía desde el autogol de Santos en la jornada 12. Y esta vez, ni siquiera pudo vencer al Puebla, penúltimo lugar de la tabla general, firmando un deslucido y preocupante empate 0-0 en el Estadio Cuauhtémoc. Con el resultado, Tigres cayó al quinto puesto de la clasificación.
El partido arrancó con una promesa que se diluyó rápido. A los seis minutos, Fernando Gorriarán generó la primera aproximación peligrosa en un tiro libre que obligó al arquero poblano a emplearse a fondo. Tigres monopolizaba la posesión, pero sin profundidad, mientras los Camoteros esperaban replegados.
Fue Puebla quien generó la más clara del primer tiempo al minuto 21, cuando Emilio Gómez encontró espacio tras una floja marca felina y disparó con potencia, obligando a Nahuel Guzmán a intervenir. Y antes del descanso, Brayan Angulo avisó de nuevo para la Franja con un disparo de media distancia que pasó cerca.
El juego de Tigres era empantanado, sin movilidad ni chispa. Una caricatura de equipo. Ni siquiera el rival más vulnerable parecía accesible para un equipo que lucía sin rumbo, sin lectura táctica, sin alma.
Para el segundo tiempo, el “Conde” Pizarro intentó cambiar el rostro del equipo con el ingreso de Juan Brunetta por Osvaldo Rodríguez. Y al minuto 55 llegó una doble aparición de Ozziel Herrera: primero con un potente remate que terminó en las manos del arquero, y luego al 58 con otra aproximación. La intención cambiaba, pero no así la efectividad.
Puebla tampoco se achicó. Al 61’, Bernardo Parra perdió un balón comprometido que derivó en una gran atajada de Nahuel ante Ricardo Marín. Y al 64’, Efraín Orona rozó el gol en un remate tras tiro de esquina.
Con 13 minutos en el reloj, Pizarro echó mano de Sebastián Córdova y Uriel Antuna para buscar una última respuesta ofensiva. Al minuto 80, un claro penal sobre Rómulo fue ignorado por el árbitro Jorge Camacho y el VAR, recordando una jugada idéntica a la que sí se sancionó recientemente contra América. Pero esta vez, Tigres no tuvo esa fortuna.
El equipo universitario intentó empujar a base de ímpetu más que de claridad. Al 89’, Nicolás Ibáñez falló un remate de cabeza solo dentro del área. Y en la última jugada del partido, Puebla estuvo a punto de quedarse con la victoria, pero Ricardo Marín no definió bien.
Ahora el cuadro regiomontano deberá cambiar el chip con urgencia, porque este martes enfrentará al LA Galaxy en la Vuelta de Cuartos de Final de la Concacaf Champions Cup. Una serie que marcha 0-0 y que exige una versión radicalmente distinta si quieren avanzar a Semifinales.