En Teuchitlán, Jalisco, las autoridades han confirmado el hallazgo de más de mil objetos en el denominado “campo de exterminio” ubicado en el Rancho Izaguirre. La cifra exacta, 1,000 + 82 indicios, se suma a evidencias previas como cientos de pares de zapatos, prendas de vestir y otros objetos personales que vinculan el predio con actividades delictivas y, presuntamente, con el funcionamiento de crematorios clandestinos.
El descubrimiento, realizado en el marco de investigaciones llevadas a cabo por colectivos de búsqueda –entre ellos el grupo “Guerreros Buscadores de Jalisco”– dejó en evidencia la magnitud del problema en la región.
Nuevos reportes de imágenes y documentos muestran que en el Rancho Izaguirre se han identificado no solo vestimentas y calzado, sino también sábanas, cobijas, toallas y otros objetos que podrían pertenecer a víctimas desaparecidas.
Los elementos encontrados en el predio coinciden con informes previos que describen el lugar como un “campo de exterminio” en el que, desde el 5 de marzo de 2025, se han hallado restos calcinados en supuestos crematorios y evidencias de un posible campo de entrenamiento para reclutas del crimen organizado; el sitio incluye restos óseos, piezas dentales y otros indicios vinculados a prácticas destinadas a borrar la identidad de las víctimas.
En operaciones anteriores, la Fiscalía de Jalisco había intervenido el predio y detenido a diez personas; sin embargo, la magnitud y variedad de evidencias –ahora cuantificadas en más de mil objetos– evidencian que los operativos no lograron detener el flujo de actividades ilícitas ni asegurar la totalidad de los indicios presentes.
Entre estos se encuentran restos humanos en estado calcinado, que reavivan el debate sobre la impunidad y la incapacidad de las autoridades para erradicar de forma efectiva la violencia del crimen organizado.
Los colectivos han exigido respuestas y una investigación exhaustiva que permita identificar a los responsables detrás de la operación en el rancho, ligado al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), por lo que la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, y funcionarios estatales han asegurado que se intensificarán las pesquisas y se atraerá el caso por la Fiscalía General de la República (FGR).
Asimismo, el descubrimiento de objetos personales, como prendas identificables por familiares –incluso zapatillas y ropa con marcas comerciales– abre la posibilidad de que se pueda reconstruir, al menos en parte, el paradero de víctimas que hace tiempo se presume desaparecidas.
El caso del Rancho Izaguirre en Teuchitlán se suma a otros hallazgos recientes en diversas regiones de México, donde se han identificado “campos de exterminio” operados por organizaciones criminales en estados como Tamaulipas.