El presidente ruso, Vladímir Putin, firmó este martes un decreto que amplía las condiciones bajo las cuales Rusia puede emplear armas nucleares.
Según el documento, “Rusia se reserva el derecho de utilizar armas nucleares contra un Estado no nuclear si este recibe apoyo militar de potencias nucleares”.
Esta medida también incluye como justificación ataques con misiles balísticos contra Rusia, independientemente del tipo de armas que se utilicen.
La decisión se produce en el contexto del día 1000 de la invasión rusa a Ucrania y tras la aprobación de Estados Unidos para que Ucrania emplee misiles de largo alcance contra objetivos en territorio ruso y el primer uso de 6 misiles de este tipo hace unas horas para atacar una base militar en territorio ruso, de los cuales, reiteró, 5 destruidos en su trayecto.
Esto ha llevado a Moscú a endurecer su postura, argumentando que su doctrina nuclear debe adaptarse a las “realidades actuales”.
El Kremlin advirtió que considera cualquier agresión de un país aliado de potencias nucleares como una agresión de toda la coalición militar, lo que apunta directamente a alianzas como la OTAN y sus apoyos a Ucrania.