Unas 600 cabezas de ganado bovino han muerto en Huimanguillo, Tabasco, presuntamente tras consumir pollinaza contaminada con una bacteria. La situación ha generado preocupación entre los ganaderos de al menos 15 poblaciones cercanas, quienes temen que la crisis se extienda.
Imágenes que circulan en redes sociales muestran maquinaria pesada transportando los cuerpos de los animales para su sepultura.
Ante la emergencia, el gobernador de Tabasco, Javier May, exhortó a los productores pecuarios de la entidad a informarse con la Secretaría de Desarrollo Agropecuario y Pesca (SEDAP) sobre el adecuado manejo y alimentación del ganado, enfatizando la necesidad de evitar el consumo de pollinaza.
“La Dirección de Sanidad atiende la problemática y brinda asesoría y asistencia a los productores. Es una pérdida importante para ellos; toda la información necesaria se les puede compartir en los módulos, para mejorar las prácticas en el manejo y alimentación del ganado”, señaló el mandatario estatal.
Por su parte, la Asociación Ganadera Local General de Huimanguillo expresó su solidaridad con los afectados y destacó el impacto económico que esta crisis podría generar en la región.
“Es importante recalcar que somos personas que producimos alimento para la población, generamos empleos, y hoy esta penosa situación traerá efectos secundarios en nuestra zona. Ordeñas dejaron de producir, ranchos se fueron por completo, ahorros de toda una vida perdidos, ya no hay más trabajo”, expresó el organismo en sus redes sociales.