• Es considerado como una de los grandes visionarios que transformó el mundo de la moda

El mundo de la moda está de luto. Giorgio Armani, el diseñador que redefinió la elegancia contemporánea y convirtió la sobriedad en un símbolo de poder, falleció este 4 de septiembre a los 91 años, rodeado de sus seres queridos en su residencia de Milán. Su partida marca el cierre de una era en la historia del diseño internacional, aunque su legado permanece intacto: revolucionó la sastrería, empoderó a generaciones y convirtió su nombre en sinónimo de estilo, disciplina y visión empresarial.

Apodado “Re Giorgio” —el Rey Giorgio—, fundó su firma homónima en 1975 y desde entonces construyó un imperio que trascendió las pasarelas. Perfumes, hoteles, restaurantes, decoración, automóviles y hasta uniformes institucionales llevaron su sello. Con audacia creativa, fue pionero en el diseño del “power suit” femenino, vistió a Hollywood en más de 200 películas y transformó el prêt-à-porter en una forma de alta costura accesible para un público más amplio.

El estilo Armani se distinguió por su sobriedad elegante. Líneas relajadas, cortes desestructurados y una estética minimalista rompieron con la rigidez de la moda tradicional. Frente al exceso de otras épocas, él optó por la simplicidad sofisticada. Actrices y modelos como Diane Keaton, Julia Roberts, Richard Gere y Naomi Campbell desfilaron bajo su visión, consolidando un estilo que jamás se rindió ante la extravagancia ni las tendencias pasajeras.

La trayectoria del diseñador fue tan singular como inspiradora. Nacido en Piacenza en 1934, estudió medicina antes de descubrir su verdadera vocación en los escaparates de la tienda La Rinascente, en Milán. Su paso por la casa Nino Cerruti lo formó como creador, pero fue su alianza con el arquitecto Sergio Galeotti lo que impulsó el nacimiento de la marca Giorgio Armani, que hoy factura más de 2,700 millones de dólares anuales.

Armani también marcó una diferencia en el cine. Su vestuario en películas como American Gigolo (1980), protagonizada por Richard Gere, lo catapultó como referente global. A partir de entonces, su estética se convirtió en sello de poder y sofisticación en la pantalla grande, estableciendo un puente entre la moda y la cultura popular.

La noticia de su fallecimiento provocó una ola inmediata de tributos en todo el mundo. Donatella Versace lo calificó como “un gigante”, mientras que Victoria Beckham lo recordó como “un maestro”. Por su parte, Julia Roberts lo despidió con un mensaje personal: “perdí a un verdadero amigo”. Mensajes similares inundaron las redes sociales de diseñadores, celebridades y amantes de la moda que lo reconocieron como un innovador incansable.

La casa Armani confirmó que los funerales se celebrarán en privado, de acuerdo con los deseos de la familia. Sin embargo, se abrirá un espacio para que el público pueda rendirle homenaje en el Armani/Teatro de Milán, epicentro creativo de la marca y lugar donde el diseñador solía presentar sus colecciones más emblemáticas.