Larry Rubin, presidente de The American Society of Mexico (AmSoc), anunció este jueves que México eliminará las barreras no arancelarias que han dificultado el comercio con Estados Unidos. La medida se enmarca dentro de la prórroga arancelaria negociada recientemente por la presidenta Claudia Sheinbaum con el gobierno de Donald Trump.
El anuncio se da un día después de la visita del secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, a México. De acuerdo con Rubin, esta decisión responde a los compromisos asumidos por la administración mexicana como parte de un acuerdo de 90 días para frenar tensiones comerciales.
“Aplaudimos que como parte de la prórroga arancelaria de 90 días, México se ha comprometido a eliminar inmediatamente todas las barreras no arancelarias en el comercio México-Estados Unidos”, señaló Rubin en un mensaje difundido a medios.
Según el empresario, dichas barreras no se refieren a impuestos directos, sino a obstáculos administrativos como trámites burocráticos y requisitos técnicos considerados “excesivos”, que hasta ahora habían ralentizado o encarecido el intercambio comercial.
Rubin destacó que su eliminación beneficiará a sectores estratégicos como el automotriz, el de dispositivos médicos, el farmacéutico, el agroindustrial y el de salud. “Generará un entorno más ágil y competitivo para la relación económica bilateral”, afirmó.
El mensaje de Rubin coincide con la presión ejercida por Washington. Apenas el miércoles, el Departamento de Estado subrayó a la presidenta Sheinbaum la importancia de resolver “las barreras comerciales y no comerciales para promover la prosperidad de ambas naciones”.
En su conferencia matutina de este jueves, Sheinbaum Pardo confirmó que la Secretaría de Economía revisa alrededor de 50 casos de barreras no arancelarias. Sin embargo, matizó que no necesariamente todas serán eliminadas, pues algunas requieren de análisis específicos para no contravenir el T-MEC. “Se ve una a una”, aclaró.
México también puso sobre la mesa temas que afectan directamente a productores nacionales, como el arancel al jitomate –que no forma parte del tratado comercial– y el cierre parcial de la frontera para la exportación de ganado. “Nos interesa que lo más rápido posible se abra la frontera”, expresó la mandataria.
