Como ya se acostumbra en las comunidades indígenas de México desde hace más de 5 siglos, la nueva medicina holística está emergiendo como un enfoque “revolucionario” en la atención médica, y el Reino Unido está liderando el camino con un sorprendente experimento que está dando mucho de qué hablar. En lugar de recurrir a los antibióticos tradicionales y antisépticos, los médicos británicos están adoptando una antigua receta que combina miel de calidad medicinal y vinagre de calidad alimentaria para tratar heridas y infecciones.
Este enfoque, conocido como oximel o mezcla, no es nuevo; ha sido parte de la literatura médica desde tiempos antiguos, incluso en la época de la antigua Roma. Sin embargo, la novedad radica en su resurgimiento y aplicación en la medicina moderna.
La Doctora Erin Connelly, investigadora de la Universidad de Warwick, señaló: “En nuestro estudio de recetas premodernas, notamos un patrón de combinación de miel y vinagre para lavar o vendar heridas e inflamaciones, y esto nos inspiró a centrarnos en esa combinación en nuestro análisis”.
Lo que hace que esta técnica sea tan prometedora es su capacidad para combatir las bacterias de manera efectiva, especialmente aquellas que se han vuelto resistentes a los antibióticos tradicionales debido a biopelículas que las protegen. Las biopelículas son una especie de capa viscosa de microbios que se acumulan cerca de una herida, lo que las hace altamente resistentes a los tratamientos convencionales.
Los investigadores, liderados por Connelly, junto con colaboradores del Servicio Nacional de Salud Británico, buscaron formas de reducir las concentraciones bacterianas dentro de estas biopelículas. Sus experimentos revelaron que al combinar dosis bajas de ácido acético (el principal componente del vinagre) con miel medicinal, se lograba una reducción significativa en el número de microorganismos presentes. La Doctora Freya Harrison de la Universidad de Warwick compartió su emoción al decir: “Estas dosis son más bajas que las que las enfermeras de cuidado de heridas utilizan actualmente en los pacientes. Pero cuando juntamos estas dosis bajas, vimos morir una gran cantidad de bacterias, lo cual es realmente emocionante”.
Además, el equipo de investigación hizo un descubrimiento aún más sorprendente: los vinagres completos, como el vinagre de granada, resultaron ser aún más efectivos que el ácido acético por sí solo. Esto abre la puerta a una amplia gama de opciones para tratar infecciones y heridas de manera natural.
La miel medicinal, como la miel de Manuka, se destaca por sus propiedades más allá de la capacidad para limpiar heridas. En casos específicos, como en personas con fibrosis quística, una enfermedad grave y potencialmente mortal, la miel de Manuka muestra ser una promesa real en la lucha contra infecciones bacterianas. Esto representa un enfoque alternativo y esperanzador en el tratamiento de esta enfermedad, brindando una nueva esperanza a quienes la padecen.
En resumen, la medicina holística está avanzando a pasos agigantados, y la combinación de miel y vinagre como antibióticos naturales está demostrando ser un enfoque exitoso en la lucha contra las infecciones. Este redescubrimiento de antiguas prácticas médicas promete cambiar la forma en que abordamos la atención de heridas e infecciones, y ofrece nuevas posibilidades en la lucha contra enfermedades graves como la fibrosis quística. La innovación está en marcha, y la naturaleza nos sigue brindando valiosas soluciones para nuestra salud.