Este martes, Josep Guardiola, director técnico del Manchester City, se convirtió en el centro de atención luego de presentarse con heridas visibles en su rostro y cabeza tras el empate 3-3 contra el Feyenoord en la Fase de Grupos de la UEFA Champions League.
El partido, disputado en el Etihad Stadium, parecía resuelto a favor de los Citizens con una ventaja de 3-0, pero un desastroso cierre permitió al equipo neerlandés igualar en los últimos 15 minutos.
En la conferencia de prensa posterior, Guardiola admitió que las lesiones habían sido autoinfligidas debido a su frustración extrema por el resultado.
“Me lo hice con mi dedo, con mi uña. Quería hacerme daño a mí mismo, si”, declaró el técnico español, quien nunca antes había mostrado este tipo de reacciones en su carrera.