En la continuación de la Jornada 11 del Clausura 2025, América y Chivas firmaron un “clásico empate sin anotaciones”
Desde el pitido inicial, las Chivas, dirigidas por Gerardo Espinoza –conocido popularmente como “el Loco”– salieron con toda la garra y se mostraron más enchufadas que en el primer encuentro de la trilogía.
Apenas al minuto 4, Javier Hernández recibió un trazo largo, chocó con el guardameta Rodolfo Cota y dejó en evidencia la puntería de las Águilas al fallar la ocasión que pudo abrir el marcador. América intentó replicar a la ofensiva; Rodrigo Aguirre tuvo una rápida respuesta al minuto 6, pero el uruguayo no logró controlar el balón, dejando escapar la primera oportunidad de la noche.
La presión se hizo presente en los minutos siguientes, cuando, a partir de un tiro de esquina en el 16’, se sucedieron tres jugadas peligrosas en la portería americanista. Aguirre rozó con un autogol tras un desvío, Gilberto Sepúlveda remató con fuerza, y en la tercera, el “Piojo” casi consagra un gol olímpico, salvo que Cota se lució nuevamente con una atajada decisiva.
El azar también quiso intervenir: al 28’, Roberto Alvarado tocó la puerta pero su remate se desvió sin poder concretar.
El ambiente se encendió al minuto 34, cuando Raúl Rangel, guardameta de Chivas, se enredó en una jugada que involucró a Aguirre. Las palabras se cruzaron en el campo, evidenciando la tensión inherente a estos encuentros de alto voltaje, aunque la chispa no llegó a prender mayores conflictos.
Chivas continuó presionando. Al 38’, una recuperación de Fernando Rubén González permitió que Chicharito se definiera –una vez más sin éxito– ante la imponente figura de Cota, mientras que Alvarado, en un repetido destino, fallaba el remate en el rebote. América, no dispuesta a quedarse atrás, volvió a tocar la puerta en un tiro libre al 43’, pero el disparo de Aguirre se fue por encima, sellando el descanso con un empate que dejaba a ambos conjuntos con la sensación de haber estado cerca del gol.
El reinicio trajo consigo nuevas esperanzas para Chivas. Al 60’, en una jugada que involucró a Chicharito y una pared perfecta de Hernández, se vislumbró la posibilidad de romper la neutralidad del encuentro. Sin embargo, Cota volvió a imponerse en la portería de América, evitando lo que parecía un gol seguro.
El partido tomó un giro inesperado al minuto 70, cuando Cade Cowell fue expulsado tras una entrada sobre Aguirre. La decisión –que fue confirmada por Adonaí Escobedo tras la revisión del VAR– obligó a ambos técnicos a reestructurar sus planteamientos. Mientras Jardine optó por introducir a Henry Martín para intentar recuperar el equilibrio, Espinoza mantuvo la compostura y reforzó el orden defensivo.
Ya en el tramo final, y pese a la acumulación de ocasiones, la defensa de ambos equipos se mostró férrea. En el último suspiro del encuentro, al 92’, un cabezazo de Raúl Rangel a Israel Reyes parecía haber sellado el triunfo para América, pero la jugada fue desactivada, y el empate sin goles se mantuvo en el marcador.
Con este empate, América no pudo capitalizar sus oportunidades y Chivas, que se mostró superior en varios aspectos, se lleva la satisfacción de haber repartido puntos en un duelo de alta tensión. Ahora, la expectación crece de cara al cierre de la trilogía, que se disputará este miércoles en la Ciudad de los Deportes. En ese enfrentamiento se definirá quién se mantendrá con vida en la Copa de Campeones de la Concacaf, y la atmósfera promete ser tan explosiva como la de esta jornada.
