China expresó su descontento hoy después de que el presidente estadounidense, Joe Biden, volviera a referirse a su homólogo chino, Xi Jinping, como “dictador” tras su reunión en San Francisco el miércoles. La polémica surgió cuando Biden, al ser preguntado por una periodista, afirmó que Xi es un “dictador” debido al sistema comunista de gobierno en China.
En respuesta, Beijing criticó la declaración de Biden, señalando que era “extremadamente errónea” y constituía un acto político irresponsable, según la portavoz de la Cancillería china, Mao Ning. Sin embargo, el Ministerio de Exteriores chino no incluyó las declaraciones ni en su transcripción de la rueda de prensa ni en las redes sociales del país.
Las declaraciones de Biden afectaron la agenda de Xi en San Francisco, donde participa en el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC). Durante una cena con empresarios estadounidenses, Xi abogó por “tender puentes” en las relaciones bilaterales, instando a construir más conexiones y pavimentar caminos para la interacción entre personas.
Xi destacó que China no debería ser vista como el principal competidor de Estados Unidos y expresó su disposición a ser un “socio y amigo” basado en el respeto y la coexistencia pacífica. A pesar de la tensión, Xi expresó su deseo de ver un Estados Unidos confiado y en crecimiento constante, subrayando la importancia de la coexistencia pacífica entre las dos naciones.
El presidente chino también manifestó su solidaridad hacia el pueblo estadounidense por los problemas causados por el fentanilo, tema discutido en su reunión con Biden. Aunque Pekín no confirmó específicamente un acuerdo sobre el fentanilo, indicó la creación de un “grupo de trabajo” sobre narcóticos en su comunicado oficial sobre la reunión.