La jefa de Gobierno, Clara Brugada, negó este lunes que su administración haya reprimido a jóvenes durante la marcha realizada el sábado pasado en el Centro Histórico y atribuyó los hechos de violencia en el Zócalo a grupos opositores que, dijo, buscan construir un discurso político contra la Cuarta Transformación. Aseguró que su gobierno mantiene un compromiso absoluto con el respeto a la protesta social.
En conferencia de prensa, Brugada Molina destacó que en la capital se realizan en promedio 15 manifestaciones pacíficas cada día sin incidentes. En ese contexto, afirmó que la movilización del fin de semana fue impulsada por actores políticos de oposición, quienes operaron incluso bajo el nombre de presuntos movimientos juveniles.
Brugada también confirmó la detención de 19 personas por delitos relacionados con los hechos violentos y reiteró que en la ciudad “no habrá órdenes de represión”.
No obstante, instruyó investigar posibles abusos aislados cometidos por elementos policiales. Añadió que el llamado Bloque Negro tuvo un rol central en los ataques e intentos de ingreso a Palacio Nacional y a la Suprema Corte, y enfatizó que la respuesta del gobierno será con justicia y aplicación de la ley. Asimismo, defendió la política juvenil del gobierno capitalino y convocó a las juventudes a expresarse de manera pacífica, al asegurar que la oposición busca distorsionar el sentir de una generación con fines políticos.
La mandataria capitalina acusó además que detrás de la convocatoriaun empresario multimillonario inconforme con el pago de impuestos y propietario de una importante concesión televisiva. Señaló que esta figura pública habría incitado a la violencia desde días previos mediante publicaciones difundidas en redes sociales.
Brugada explicó que la marcha transcurrió de manera pacífica durante la mayor parte del recorrido; sin embargo, al llegar al Zócalo un grupo violento intentó derribar las vallas colocadas frente a Palacio Nacional. De acuerdo con su reporte, estas personas emplearon cohetones, piedras, artefactos incendiarios y herramientas industriales para intentar romper las barreras de seguridad.
La jefa de Gobierno rechazó la narrativa de represión que circuló en redes sociales y sostuvo que la policía capitalina no utilizó balas de goma, gas lacrimógeno, toletes ni cañones de agua. Afirmó que el único humo visible provino de cohetones detonados por algunos manifestantes y del uso de extintores.
En su balance, la mandataria señaló que más de cien policías resultaron heridos durante las agresiones, algunos con quemaduras y fracturas, y precisó que 14 continúan hospitalizados. Subrayó que no se tienen reportes de manifestantes hospitalizados ni de personas desaparecidas, como se ha difundido en algunas plataformas digitales.


