El Parlamento de Australia aprobó una ley histórica que prohíbe el acceso de menores de 16 años a redes sociales, con el objetivo de abordar la creciente crisis de salud mental entre jóvenes.
La normativa, impulsada por el gobierno laborista del primer ministro Anthony Albanese, obliga a las plataformas a verificar la edad de los usuarios o enfrentarse a multas de hasta 50 millones de dólares australianos (USD $32 millones).
La ley, conocida como Proyecto de Ley de Modificación de la Seguridad en Línea (Edad Mínima para las Redes Sociales), fue aprobada en el Senado con 34 votos a favor y 19 en contra.
Entrará en vigor dentro de un año y afectará a plataformas como TikTok, Instagram, Snapchat y Facebook, aunque YouTube quedará exento debido a su propósito educativo.
Aunque la medida ha recibido el respaldo del 77% de los australianos, según una encuesta de YouGov, ha generado críticas entre expertos y defensores de derechos humanos.
Más de 140 especialistas firmaron una carta abierta advirtiendo que la ley podría empujar a los adolescentes hacia entornos digitales más peligrosos, como la “red oscura”, o aumentar su aislamiento social.
La Comisión de Derechos Humanos de Australia expresó preocupación por la recolección de datos personales para verificar la edad, señalando que esto podría poner en riesgo la privacidad de los usuarios.
Por su parte, Elon Musk, propietario de X (antes Twitter), calificó la medida como un posible intento de control del acceso a internet en general.
El gobierno aún no ha definido cómo se verificarán las edades, pero se planea una prueba de tecnología en 2025. Mientras tanto, el Comité de Legislación sobre Medio Ambiente y Comunicaciones del Senado pidió evitar el uso de información sensible, como pasaportes, para estos fines.
Con esto, Australia se convierte en el primer país en adoptar una regulación tan estricta sobre el acceso a redes sociales por edad. La ley podría inspirar medidas similares en otras naciones, como Colombia, donde el Congreso analiza una iniciativa que prohíbe a menores de 14 años usar redes sin autorización de sus padres.
A medida que avanza el debate, el gobierno australiano defiende la ley como una herramienta necesaria para proteger a las nuevas generaciones, mientras expertos instan a garantizar que las restricciones no causen más daño del que buscan prevenir.