América se niega a morir en la Leagues Cup. Cuando el reloj parecía dictar sentencia en su contra, las Águilas encontraron en el orgullo, el corazón y los penales la manera de mantenerse con vida en el torneo, tras un empate 3-3 ante el Minnesota United y un punto extra ganado en la tanda desde los once pasos.
Fue un partido caótico, entretenido, lleno de emociones y, también, de errores defensivos que exhibieron las carencias del equipo de André Jardine, pero en el que los azulcremas también mostraron carácter para reponerse en tres ocasiones distintas y aferrarse a la esperanza.
Un inicio cuesta arriba
América saltó al campo sabiendo que no había margen de error. Jardine apostó por un once ofensivo con Henry Martín como líder del ataque y una nueva oportunidad para Víctor Dávila, en un mensaje claro de que la misión era ganar o ganar.
Sin embargo, el equipo sigue lejos del nivel que se espera. Le cuesta crear con claridad, sufre al definir y, sobre todo, hace agua en defensa. Al minuto 15, una simple transición del Minnesota rompió a la zaga azulcrema: pase filtrado, error de Reyes, fragilidad de Lichnovsky y gol de Oluwaseyi ante la salida de Malagón.
La fortuna sonríe (por poco)
Las Águilas tenían la pelota, pero no ideas. Minnesota se replegó bien y América parecía ahogarse en su ineficacia… hasta que la fortuna apareció. Un centro de Fidalgo desviado por un rival terminó rebotando en la cabeza de Boxall y se coló en su propio arco para el empate al 27’. Un regalo caído del cielo.
Pero la alegría duró poco. Cuatro minutos después, la defensa volvió a quedarse congelada y Hlongwane empujó el 2-1 para los estadounidenses, tras una asistencia de Pereyra. América era un caos en el fondo.
Reacción con corazón
Para el segundo tiempo, Jardine intentó sacudir al equipo con los ingresos de Brian Rodríguez y Salvador Reyes, y aunque la estructura seguía rota, hubo momentos de impulso. Al 57’, Zendejas lanzó un buen centro que Zúñiga —de lo mejor del partido— remató de cabeza para el 2-2.
La ilusión se reactivó… pero volvió a caerse. América, una vez más, se saboteó. Al 65’, en una jugada sin mayor peligro, la pelota quedó suelta en el área y Harvey la empujó cruzado. Malagón alcanzó a tocarla, pero no pudo evitar el 3-2. Encima, Igor Lichnovsky se fue expulsado por doble amarilla, dejando al equipo con diez.
Agonía, épica y penales
Con uno menos y el marcador en contra, parecía que el América estaba sentenciado. Pero el orgullo azulcrema emergió en el momento justo. En el minuto 90, un tiro de esquina fue cabeceado por Sebastián Cáceres, que firmó el 3-3 que desató la locura en la banca.
Hubo incluso opciones de ganarlo: primero con un remate de Aguirre que detuvo St. Clair, y luego con una doble atajada milagrosa de Malagón que evitó el cuarto del Minnesota.
En la tanda de penales, los azulcremas fueron perfectos: ocho tiros, ocho aciertos. La figura, otra vez, fue Luis Malagón, que atajó el disparo de Nicolás Romero para darle el punto extra al América.
América sigue vivo… apenas
Con este resultado, el América suma dos unidades y aún tiene posibilidades de clasificar a Cuartos de Final, aunque no depende de sí mismo. Necesita golear a Portland Timbers y esperar combinaciones favorables. El margen de error es mínimo, pero al menos esta noche las Águilas se aferraron con las uñas a la esperanza.
